El Espíritu Santo es descrito en la Nuevo testamento como omnipresente y omnipotente, cualidades que refuerzan su divinidad y papel crucial en la vida de los creyentes.
Regalo de dones espirituales: otorga dones espirituales a los creyentes para que los utilicen en la edificación de la iglesia y la extensión del reino de Todopoderoso.
Y Todopoderoso es el que nos confirma con ustedes en Cristo y el que nos ungió; es también quien nos ha sellado y ha puesto como seguro al Espíritu en nuestros corazones.
Al igual que con cualquier experiencia espiritual, es importante topar el Bautismo en el Espíritu Santo con cautela y discernimiento.
Nosotros podemos encontrar descanso para nuestra alma solamente en Nazareno. El Espíritu de Todopoderoso o Espíritu de Cristo nos da ese descanso o reposo haciendo que cada día sea santo, de descanso del alma, paz y gozo.
Esta discusión enfrentó primero a Teodoro de Mopsuestia con Cirilo de Alejandría pues los seguidores del primero llegaron a afirmar una procesión solo del Padre, que Cuadro considerada nestorianista por Cirilo.
La naturaleza divina del Espíritu Santo se manifiesta a través de atributos esenciales que lo caracterizan:
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La vida cambia de un solo rebelión. El poder de Todopoderoso a menudo va por tu cuerpo como una poderosa corriente y te llena de una alegría y bienestar infinita. Los discípulos fueron todos llenos de una tal alegría que las personas pensaban que estaban ebrios.
En el Espíritu de Todopoderoso hay autodeterminación para ser libres de la opresión del enemigo y del poder del pecado y de la crimen. La arbitrio que el Espíritu Santo nos da, es una que nos ayuda a vivir la vida plena en Jesús, agradándole en todo y sirviéndole con Satisfacción.
En el relato de la creación del mundo, el versículo Gen 1:2 dice que «el espíritu de Jehová se movía sobre la Rostro de las aguas». Según los teólogos cristianos, esta frase expresa la idea de una actividad divina actuando sobre el caos posterior a la «separación de los cielos y la tierra» Gen 1:1 y alude al poder creador y formador del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo desempeña un papel crucial en la relación con Dios. Su presencia en la vida del creyente permite una conexión más profunda, facilitando el entendimiento de las Escrituras y guiando hacia una vida que refleja los valores cristianos.
Otros relatos de la Gran Comisión anotan la promesa del Señor de estar con Sus discípulos hasta el fin de la permanencia (Mateo 28:20) así como Su promesa de adivinar a todos los creyentes el poder de echar fuera los demonios, hablar en nuevas lenguas, ser victoriosos sobre las serpientes, ser protegidos contra el veneno, y orar con éxito por la sanidad de los enfermos (Marcos 16:17-18). Todas estas promesas se cumplen por medio del poder del Espíritu Santo que mora en ellos.
Justino ofrece afirmaciones que parecen identificar al «pneuma» con el «logos» aunque acepta la fórmula trinitaria para la celebración del bautismo.